martes, 30 de octubre de 2012

MAS QUE UN AMIGO ES TU ANGEL

Un ángel nos lleva de la mano y nos acerca a Dios.
Un amigo fue enviado por Dios para acercarnos a él.
Un ángel tiene la obligación de cuidar de nosotros .
Un amigo nos cuida por amor .
Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías.
Un amigo te hace sonreír y es parte de sus alegrías.
Un ángel sabe cuando necesitas ayuda de alguien.
Un amigo te ayuda sin saber que usted necesita.
Un ángel le ayuda a evitar problemas.
Un amigo esta ahi aunque lo lastimes una y otra vez.

30/10/12

miércoles, 24 de octubre de 2012

Mañana, no… ¡Hoy mismo!

“Pues tendré misericordia de sus iniquidades,
y nunca más me acordaré de sus pecados.” (Hebreos 8:12) 
Ella  se lo había advertido una y otra vez;   se lo había reclamado en diferentes tonos, pero no había conseguido absolutamente nada, pues él -su esposo-  había persistido  en sus malas decisiones, desafiando a la vida, toreando a la  muerte , sobreviviendo  al borde del abismo.  Hasta que llegó el día en que  los presagios de ella  se cumplieron, pues  aquel ladrón confeso  había sido apresado por  una serie de fechorías,  para las cuales   no existía misericordia, rescate o fianza, válidas.  La sentencia era contundente e inapelable y se llevaba a cabo en esos momentos:    muerte en la cruz.
Y allí estaban ahora,   tres destinos pendiendo en sendos maderos:  a un  lado  su esposo, al otro lado,  el  compinche, de éste,  ; y, en el centro     alguien a  quien   llamaban : Rabí,  Mesías,   Jesús…
A esas alturas a ella se le había terminado el deseo de mirar a su marido; por eso desde que comenzó  la ejecución se  mantenía   cabizbaja,   gastando las últimas lágrimas que le quedaban después de todos  esos años  de convivir con el sufrimiento.  No se atrevía  a mirar… ¿para qué?  si conocía de memoria la mueca de frustración sembrada por tanto tiempo en  el rostro de su hombre. No lo miraba, únicamente esperaba el momento  en que alguien de la soldadesca llegue a  quebrantar las piernas  a los crucificados.
De pronto un diálogo inusual  se dio  arriba, sobre la cabeza de la mujer. La voz de su esposo  manifestando: “Acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino”. Y la respuesta inmediata de parte del personaje  del centro:  “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Fue entonces cuando ella  levantó  la vista; afinó el oído; no entendió el diálogo en sí, pero pudo comprobar  que el rictus de rencor, resentimiento y dolor que durante todos esos años había identificado  la faz de su amado, de improviso   se había convertido   en un gesto  inhabitual  de serenidad, de paz, de gozo.  Sí, el gesto de su marido, esta vez no era de malestar, ni de frustración;  era más bien un gesto cercano, al que -según contaba la gente- habían visto en el rostro de: ciegos, encorvados, cojos, paralíticos, leprosos, endemoniados, y  otros más que  habían recibido sanación  de ese  tal Jesús, que allí también se encontraba  crucificado.
Queridos amigos: es verdad que mientras más pronto cambiemos nuestro rumbo equivocado de vivir, o mientras más pronto decidamos invitar a Dios a ser el centro de nuestra existencia,  la recompensa será mayor. No obstante, la misma aspiración concede  el Señor a quien se halla en el lecho de la enfermedad, en la desolación, en el desaliento,  tras los  barrotes de una cárcel,  o a pocos minutos de encontrarse con la muerte. Claro, para ello existe una condición vital, que es el arrepentimiento sincero y de corazón, ese toque maravilloso hacia la conversión, que va más allá de  experimentar un simple cargo de conciencia, o un fugaz remordimiento, por miedo, por temor, por conveniencia personal.

La Sagrada Escritura dice: Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor,  a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de Él recibirá misericordia”. (Isaías 55:7)

Reconócelo, necesitas de Dios

Hoy quiero escribir especialmente para aquellos que por uno u otro motivo se han alejado de Dios, y cuando hablo de alejado de Dios no necesariamente que hayan dejado de ir a la Iglesia o hayan dejado de servir, porque puedes hacer esas cosas y otras y puedes estar alejado de Dios.
¿Recuerdas cuando Cristo te llamo?, si, andabas perdido por el mundo, sin encontrar un sentido verdadero a tu vida, tratabas de llenar un vacío en tu corazón con diferentes cosas y nada podría satisfacer esa necesidad que existía en ti.
El día que le entregaste tu vida a Dios comenzó en ti un milagro sorprendente, Dios comenzó a transformarte, sin necesidad de que te obligaran tu pusiste todo de tu parte, cada cosa nueva era con pan caliente para ti, te alimentabas y buscabas más, adorabas a Dios derramando toda tu vida a sus pies, escuchabas su Palabra con una disposición tan grande que Dios siempre hablaba a tu vida.
¡Ahora sí! ¡Por fin habías encontrado lo que tanto buscabas!, habías encontrado en Dios todo lo que te hacia falta, te sentías plenamente completo y feliz, como consecuencia de tu gran amor por Dios y tu enorme agradecimiento hacia Él, comenzaste a servir y descubriste capacidades y talentos en ti que ni sabias que tenias, pero que Dios si lo sabia porque Él mismo los había colocado en tu vida.
De pronto algo paso, comenzaste a descuidar poco a poco aquello que te mantenía firme, ya no orabas tanto como antes, leer la Palabra de Dios ya no era una prioridad, comenzaste a cambiar los hábitos espirituales que habías forjado por otros que realmente no te edificaban, no te percataste cuando de repente las cosas ya no eran igual, y es que poco a poco fuiste alejándote de Dios.
Quizá sirves actualmente o quizá no, pero independientemente de eso sabes que estas lejos de Dios, pueda que asistas a la Iglesia y aun así te sientas lejos del Señor y lo sabes. No puedes negarlo, tus ojos, tu mirada te delata, pareciera que aquel brillo de tus ojos consecuencia de lo enamorado que estabas de Dios se ha ido poco a poco, y ahora te encuentras en uno de esos baches en donde por mas que intentes no encuentras como salir y volver al camino.
La Biblia dice: “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová” Lamentaciones 3:40 (Reina-Valera 1960). Cuando este verso habla de escudriñad tiene que ver con reflexionar sobre lo que hemos hecho y estamos haciendo, es abrir los ojos espirituales para darnos cuenta que estamos lejos de Dios, es ver hacia atrás y notar que cada paso que hemos dado últimamente nos ha alejado más y más del Señor.
¿Sabes?, tienes que reconocer que necesitas de Dios, no puedes andar vagando por este mundo con una cara de bueno sabiendo que estas lejos de Dios, no podemos tratar de burlar a Dios, no podemos andar reflejando algo que realmente no sentimos.
Una de las claves especiales para volver a comenzar y hacerlo de una forma efectiva es ser HUMILDE, y humildad tiene que ver con el reconocimiento de mis fallas y de mi enorme necesidad de Dios.
Tú tienes necesidad de Dios y no lo niegues, aunque quieras ignorarlo muchas veces añoras aquellos momentos de intimidad con Dios, en donde te olvidabas de todo y disponías todo tu corazón para hablar con Dios, para adorarlo, para pasar largos ratos a solas con Él en donde podías ser tu mismo, en donde podías derramar cuantas lagrimas quisieras; esos momentos en donde salías totalmente renovado y con muchas fuerzas para seguir en esta lucha diaria.
¿Por qué no vuelves?, ¿Por qué no reconoces que necesitas de Dios y como consecuencia te armas de valor y comienzas nuevamente?, no me digas que no puedes, porque con Cristo todo lo puedes, lo único que Dios necesita para poder renovarte nuevamente es tu disposición de corazón y esa determinación que debes de tener para dejarte renovar.
Mientras más piensas que no podrás, menos lo intentaras, ¿Por qué no le das una oportunidad a Dios?, ¿Por qué por un momento dejas de resistirte y le permites a Dios abrazarte y renovarte?, no creas que Dios esta enojado contigo, al contrario esta viéndote en este momento con ojos de amor, Él sabe la necesidad que hay en ti de Él y quiere saciar esa necesidad, ¿Por qué no se lo permites?
Hoy Dios te dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11:28 (Reina-Valera 1960). ¿Qué más tiene que hacer Dios para que le permitas que te restaure?, tú siempre has tenido un corazón sensible y sabes muy bien que esto es de Dios, que Él quiere que comiencen de nuevo, que Él quiere que reconozcas la enorme necesidad que tienes de iniciar nuevamente porque el Señor te ayudara en todo.
¡Vamos!, es hora de volver a casa de nuestro Padre, es hora de llegar delante de Él y rendirnos a totalidad, ya no sigas más luchando solo, no trates de llenar tus necesidades con otras cosas, mejor reconoce a Dios y la necesidad enorme que hay en tu corazón de Él y ríndete de una vez por todas, Él esta como siempre con los brazos abiertos diciéndote:“Todos los que mi Padre ha elegido para que sean mis seguidores vendrán a buscarme; y cuando vengan, yo no los rechazaré.” Juan 6:37 (Traducción en lenguaje actual).
Dios nunca te rechazara, Dios jamás te dará la espalda, Dios nunca se olvidara de ti, al contrario hoy el esta buscándote, esta llamándote, esta intentando una vez más hacerte entender la enorme necesidad que hay de Él en ti, por esa razón debes de estar seguro que su amor hacia tu vida es tan grande que aun en medio de tus errores Él siempre anda en busca de ti para restaurarte y hacer de ti aquel hombre o aquella mujer que Él prometió, pues el que la buena obra comenzó en ti, será fiel en completarla.
Si reconoces tu necesidad de Dios y que necesitas volver a Él, hoy quiero invitarte a realizar esta oración conmigo:
“Dios mío que estas en los cielos, te doy gracias por todo lo que tu haces en mi vida sin que yo lo merezca, te doy gracias porque tu misericordia me ha alcanzado, te doy gracias porque lejos de juzgarme me buscas para perdonarme y renovarme. Hoy te quiero pedir perdón por todos mis errores, perdóname porque me he alejado de ti, reconozco que me deje llevar por otras cosas y por eso te pido perdón, reconozco mi necesidad de ti, reconozco que te necesito porque sin ti no puedo vivir, por eso te pido que me ayudes, que me restaures, pon en mi la capacidad y la determinación para dejarme renovar, cambia mi carácter, transforma mis pensamientos, doblega mi voluntad y fortalece mi dominio propio, tómame en tus manos, quiero que me moldees a tu voluntad, quiero ser un vaso útil en tus manos. Hoy quiero comenzar de nuevo con tu ayuda, no me dejes, tómame de la mano y no me sueltes y cuando yo quiera soltarme no lo permitas, hoy dispongo totalmente mi corazón para que obres libremente. Gracias Señor, gracias porque puedo sentir tu presencia en este lugar, gracias porque sé que me amas y que terminaras la perfecta obra que un día comenzaste en mi, muchas gracias mi Dios, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.”
Si repetiste esta oración con toda sinceridad y con todo tu corazón, ten por seguro que Dios hoy comenzara algo maravilloso en tu vida, ahora te invito a que esto no solo sea una emoción del momento, ahora te invito a que vayas y busques cada día de Dios, a que forjes una vida devocional en tu vida, ora cada día, lee la Palabra, llénate del Señor, pero sobre todo ama a Dios sobre todas las cosas, que tu mente este llena del Señor, que cada día Dios sea el centro de todo lo que haces y entonces, ¡Todo te será mas fácil!

¿Sabes una cosa? ¡Sin duda Dios te ama!

NO FINJAS UNA SONRISA

Nunca finjas una sonrisa. Las consecuencias de tan pequeño acto podrían resultar difíciles de borrar. No finjas una sonrisa cuando en tu interior las lágrimas desean salir despavoridas.
No finjas una sonrisa por hacer feliz al otro porque en vez de hacerle un bien le haces sentir miserable. No finjas una sonrisa por obtener algún beneficio.
Las sonrisas no deben ser contaminadas con el oscuro lodo del fingimiento. Las sonrisas se han hecho para emitir las más hermosas ondas de alegría fortuita y pacífica.
No pienses que una sonrisa solucionará tus problemas con la realidad. Afronta los problemas, no huyas de ellos, recuerda que a medida que pasen los días esa dificultad se hará más difícil de solucionar.
Añora sonreír con lo más profundo de tu ser. Añora sonreír con los ojos brillando de ilusión por la vida. Añora sonreír con una sonrisa sincera que mane del corazón.
A diario vemos personas sonreír. ¿Te has preguntado si esas sonrisas son sinceras, verdaderas, innatas, auténticas? Vivir fingiendo no es vivir, no finjas una sonrisa cuando el deseo más remoto que tienes es el de llorar. No finjas estar bien cuando en realidad estás mal.
Somos hermanos comparte tu tristeza, angustia no la dejas en tu mirada vacía. No permitas que te carcoman las ilusiones de vivir. Has saber a un amigo(a)la razón de tus tristezas, si es tu verdadero amigo(a)te escuchará atentamente y luego ambos buscarán una solución. Pero por lo que más quieras no finjas una sonrisa ni te quedes solo(a) en medio de la tristeza.
El acto de sonreír es desde ya un hecho puro. Los bebés, por ejemplo, sonríen no solo con los labios sino también con los ojos. Cuando quieras descubrir si alguien finge una sonrisa, observa su mirada, si de ésta mana vida es porque es una verdadera sonrisa.
No seas solo espectador. Actúa, si en tus manos está ayudar a esa persona, hazlo. Créeme que con el simple hecho de escuchar ayudas de una manera extraordinaria a tu prójimo. No tienes ni la más mínima idea de cómo ayudarías. Escuchar es un don que muy pocos desarrollan pero el que lo hace tiene una ventaja competitiva incomparable.

Desea sonrisas nuevas, frescas que irradien lo que en tu interior se almacena. Dios desea ser la razón de una de ellas, en realidad desea ser el autor de la más grande que en tu ser puedas cobijar.

Mujer....

A pesar de tu fragilidad eres más fuerte de lo que imaginas. Dios ha depositado en ti unas características y cualidades especiales. ¡Eres única! Por eso es que en medio de la tormenta, cuando los vientos intentan derrumbarte, tú puedes salir airosa.
La sensibilidad tiene tu nombre. Tu belleza trasciende a lo que externamente se puede ver, porque tu alma es aún más hermosa. Tu ser encierra detalles fascinantes que ni tú misma, muchas veces comprendes.
Tú siempre has estado en la mente de Dios. Él te ha otorgado un valor y un lugar muy especial porque eres guerrera, pero también eres amor. Eres perfume, pasión, encanto, sensibilidad y muchas cosas más.
No te permitas lastimarte con pensamientos erróneos. Ni tampoco dejes que los demás determinen quién eres. Porque sin importar tu forma, imperfecciones, tus vivencias o las heridas que han marcado tu vida… Eres demasiado bella, eres muy importante. No hay en el mundo joya que pueda compararse y pagar el alto precio que tú, vales.
No te sientas fea, ni dejes que otros te hagan sentir así, porque feas son las personas que no tienen alma. Son feos los que intentan dañar y destruir los sentimientos de los demás.
No dejes que nadie obstruya e interrumpa tu felicidad. Tú naciste para lograr grandes cosas, para brillar más que una estrella.

Levanta tu cabeza, camina orgullosa y erguida porque tú formas parte de la realeza divina.