martes, 11 de diciembre de 2012

ES DIOS.



Alguna vez sentiste el deseo de hacer una cosa agradable por alguien a quien le tienes cariño?
ES DIOS
que te habla através del Espíritu Santo.
¿Alguna vez sentiste tristeza y soledad, aunque alguien cercano este a tu lado?
ES DIOS
que te escoge por medio de Jesucristo.
¿Alguna vez pensaste en álguien que te es querido y no ves hace mucho tiempo, y de repente aparece esa persona?
ES DIOS,
porque la casualidad no existe!
¿Alguna ves recibiste algo maravilloso que no habías pedido?
ES DIOS
que conoce bien los secretos de tu corazón.
¿Alguna vez estuviste en una situación muy problemática sin tener la menor idea de como resolverla y de repente la solución aparece?
ES DIOS
que toma nuestros problemas en Sus Manos.
¿Alguna vez sentiste una inmensa tristeza en el alma y de repente como si un balsamo fuese derramado aparece una paz inexplicable que invade todo tu ser?
ES DIOS
que te consuela con un abrazo y te da esperanza.
¿Alguna vez te sentiste tan cansado de la vida, a punto de querer morir… y de repente un día, sientes que tienes la fuerza suficiente para continuar?
ES DIOS
que te cobija en sus Brazos y te da descanso.
Todo es mejor cuando…
ES DIOS QUE ESTA AL FRENTE DE TODO!!!
¿Piensas que este mensaje lo publique por casualidad?
Fue DIOS que toco mi corazón y me hizo acordarme de publicarlo. No por ser una persona amiga, colega o un pariente ya que capaz ni nos conocemos, lo hice porque eres importante para DIOS y para mi, porque DIOS también te ama!
“Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. 1 Jn 4, 16
“Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: En que mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de El”. Jn. 4, 8-9.

SERIAL KILLERS

Asesinos en Serie (Serial Killers)



Extraído del libro Monstruos entre nosotros. Historia y tipología de los asesinos, de Carlos Manuel Cruz Meza.


El término asesino en serie o serial killer fue acuñado por Robert K. Ressler, ex militar y agente del FBI, en la década de los setenta, aunque el concepto existe desde principios del siglo XX. Anteriormente se les denominaba asesinos de extraños o asesinos múltiples. Ressler se inspiró en los seriales cinematográficos que veía cuando era niño, para crear una metáfora de los crímenes cometidos por un mismo individuo, con patrones semejantes. Un asesino en serie (o asesino serial) es aquel que mata a tres o más personas, mediando entre los crímenes un lapso determinado, durante el cual el criminal no mata, aunque sí recuerda frecuentemente los asesinatos; este lapso generalmente es de algunos días, aunque a medida que el asesino comete más crímenes, es frecuente que los lapsos se acorten. Algunos investigadores afirman que inclusive con una sola víctima puede detectarse a un asesino en serie potencial, basados en la intencionalidad; se considera que, al detener al criminal, se trunca la secuencia homicida.



Las causas de origen de un asesino en serie son multifactoriales. Se ha observado que la mayoría de ellos han sufrido golpes en la cabeza, episodios de violencia o abuso sexual en su infancia. Cuando son niños, frecuentemente padecen enuresis (micciones incontroladas) y además maltratan, torturan y matan animales (insectos, aves, roedores, gatos o perros). También suelen mutilar muñecas, presentar tendencias pirómanas y practicar juegos que concluyen con un supuesto asesinato o una muerte actuada. Gustan de desafiar lo establecido, presentan conductas audaces y delinquen con facilidad. No respetan las leyes ni las jerarquías, aunque a veces, por conveniencia, se apegan a ciertas reglas sociales. Son grandes fingidores, mienten con facilidad y son mitómanos. Por lo general, presentan conductas sexuales atípicas o patológicas (parafilias). Muchos consumen y coleccionan pornografía (libros, revistas y películas).



Sus motivaciones al matar incluyen la necesidad de calmar un impulso homicida; el cumplimiento de ciertas fantasías, casi siempre de contenido sexual; el deseo de ejercer poder y dominación sobre las víctimas; perturbaciones o enfermedades mentales que provocan alucinaciones y una profunda distorsión en la percepción de la realidad; y la satisfacción al causar dolor y muerte. Carecen de empatía y cosifican a sus víctimas, a quienes consideran objetos y no sujetos; cosas y no personas. Poseen, en cambio, la denominada empatía utilitaria, encaminada a analizar y manipular a los demás. Casi nunca se arrepienten de sus crímenes e inclusive presumen de los mismos ante los medios de información.



Poseen un modus operandi (el modo de actuar, las acciones características al cometer un crimen); una firma o personificación (el rasgo distintivo de sus crímenes, la manera inconsciente en que se atribuyen la autoría del asesinato); y un escenario o staging (montaje con falsas pistas y alteración de la escena del crimen, para despistar a los investigadores); a las incongruencias detectadas en una escena del crimen se les denomina banderas rojas. Esta clase de homicidas utilizan su ingenio para atraer a sus víctimas o desarrollan sofisticados métodos de tormento y ejecución. Se destacan por poseer una inteligencia por encima del promedio, poseen muchos recursos intelectuales y casi siempre son dueños de una fuerte personalidad. Seductores, disfrutan al construir artefactos, habitaciones e inclusive casas completas, que acondicionan como cámaras de tortura. Disfrutan con el dolor y el miedo de sus víctimas, y van perfeccionando sus técnicas.



Los asesinos en serie atraviesan por varias fases cada vez que cometen un crimen:

1. Fase áurea. El asesino se refugia en sus fantasías, que casi siempre giran alrededor de muerte, sexualidad y violencia. Su contacto con la realidad se debilita.
2. Fase de pesca. El homicida comienza a acechar a víctimas potenciales. Con frecuencia vaga por las calles, a pie o en un vehículo, seleccionando.
3. Fase de seducción. El criminal atrae a sus víctimas potenciales, se gana su confianza o provoca encuentros fortuitos con ellas. Esto le produce placer.
4. Fase de captura. El asesino ataca. En este punto, puede secuestrar a su víctima. Es también el momento en que ejerce la crueldad: viola, maltrata, amenaza, golpea, tortura, mutila, y si corresponde a su perfil, documenta sus acciones en video o fotografía.
5. Fase del asesinato. El homicida consuma la muerte de la víctima, siempre por medios violentos. Para ello utiliza un método preferido, que varía según el perfil del asesino: estrangular, disparar, desangrar, ahorcar, quemar, asfixiar, ahogar, golpear, envenenar.
6. Fase fetichista. El criminal elige el “trofeo” o “recuerdo” de su acto. Pueden ser las fotografías o videos que haya tomado, o algún objeto relacionado con la víctima. Es también el momento en el cual mutila el cadáver para guardar uno o varios trozos. Muchos aprovechan este momento para violar los cuerpos, descuartizarlos, enterrarlos o tirarlos en algún lugar.
7. Fase depresiva. Algunos investigadores equiparan esta etapa con el relajamiento post coital. Muchos agresores tienen pensamientos suicidas.
8. Fase de meseta. El asesino se tranquiliza, recuerda sus crímenes, contempla los objetos obtenidos, reúne recortes de prensa sobre el suceso, se dedica a escribir cartas, se acerca a los sitios donde ha matado, intenta establecer contacto con familiares de sus víctimas y autoridades policíacas, e inclusive asiste a las exequias. Este periodo de supuesta calma dura hasta que las fantasías y la necesidad de matar retornan.



Ciertas clasificaciones dividen a estos criminales en “organizados” y “desorganizados”:

1. Organizados:
- Tienen un coeficiente intelectual normal o alto.
- Llevan una vida social activa.
- Provienen o pertenecen a la clase social media o alta.
- Pueden ser casados o tener una pareja estable.
- Poseen un vehículo propio, en el que se trasladan para cometer los crímenes.
- Tienen un trabajo estable y gozan de cierta solvencia económica.
- Planean sus crímenes con antelación.
- Con frecuencia, conocen a su víctima.
- Portan un “kit de asesinato”, con los instrumentos que utilizarán para cometer el crimen (cuerdas, linterna, armas de fuego o armas blancas, esposas, etc.)
- Acostumbran violar y torturar antes de matar a su víctima.
- Son cuidadosos; eliminan las pruebas o tratan de no dejar indicios sobre su identidad.

2. Desorganizados:
- Tienen un bajo coeficiente intelectual.
- Llevan una vida social mediocre.
- Provienen o pertenecen a la clase social media-baja o baja.
- Por lo general son solteros.
- No eligen el escenario del crimen y cometen los asesinatos en el sitio donde encuentran a la víctima.
- Improvisan sus actos.
- No portan armas y con frecuencia utilizan objetos que se encuentran en el lugar del crimen.
- No conocen a las víctimas.
- Se trasladan a pie o utilizan el transporte público; y si utilizan un vehículo, es prestado, robado o se encuentra en malas condiciones.
- Matan a su víctima, a veces con crueldad, pero no la violan mientras vive, ni la torturan.
- Dejan pruebas de su identidad en el lugar (ropa, documentos, huellas digitales, cabellos, restos de fibras, sangre, semen, saliva, orina, excremento, etc.)



La relación de los asesinos en serie con los restos de sus víctimas es muy simbólica: algunos son necrófilos (mantienen contacto sexual con el cadáver o con trozos de él); necrófagos (comen pedazos del cuerpo, a veces por varios días); necrómanos (guardan partes como recuerdo); o necrógrafos (le toman fotografías a los restos). Unos más visitan los lugares donde han sepultado o abandonado los cadáveres, e inclusive llegan a desenterrarlos. La mayoría de los asesinos son extremadamente fetichistas: guardan “trofeos” o “recuerdos” físicos de sus crímenes (fotografías, prendas de vestir, joyas, credenciales o inclusive miembros de las víctimas), que los ayudan a revivir sus acciones y sirven como parte de una colección, cuyo significado es claro únicamente para ellos. Otros también recortan y guardan notas aparecidas en periódicos y revistas, e inclusive graban noticiarios que informan sobre sus crímenes.



El mayor porcentaje de asesinos seriales son hombres, caucásicos, de entre veinte y sesenta años de edad; hay muy pocos casos de asesinas en serie. Casi siempre matan dentro de su grupo racial y sus víctimas tienen semejanzas entre sí (de sexo, apariencia, ocupación, nacionalidad, edad, clase social, etc.). También suelen limitarse a un área geográfica determinada, cerca de sus lugares de trabajo o vivienda. Pueden llevar una vida aparentemente normal, lo que se conoce como máscara de cordura. Muchas veces escriben cartas a la policía, a los medios de información masiva o a las familias de sus víctimas. Necesitan ser reconocidos y gustan de la publicidad y la difusión que se le brinda a sus acciones. Algunos de ellos regresan al lugar de sus crímenes o intentan colaborar con las investigaciones de sus casos. Otros acuden a los funerales o sepelios de sus víctimas.





CASOS EMBLEMÁTICOS MAS CONOCIDOS:

“Jack el Destripador”

1888, Londres (Inglaterra): “Jack el Destripador” asesina a 6 prostitutas en el barrio de Whitechapel. Estrangula, degüella y mutila a sus víctimas, extrayendo los órganos internos y amputando partes del rostro de muchas de ellas. Los cuerpos son encontrados en habitaciones o en la calle. Se cree que mata a 11 mujeres, aunque solamente 5 son aceptadas por la versión oficial: Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. El asesino escribe varias cartas a la policía y les envía pedazos de los cuerpos de sus víctimas. Existe más de un centenar de hipótesis sobre la probable identidad del asesino, quien nunca es capturado.





H.H. Holmes

1893, Chicago, Illinois (Estados Unidos): H.H. Holmes levanta “Holmes Castle” o “El Castillo del Terror”, un hotel con pasadizos secretos, mirillas, trampas, habitaciones ocultas, calabozos subterráneos, una cámara de gas y un horno crematorio. Holmes construye además un cuarto de torturas. Durante 3 años, junto con su cómplice Benjamin Pitezel, tortura y asesina a varios huéspedes y a mujeres que contrata para laborar allí; luego disuelve sus cadáveres en ácido o los incinera. También mata a su cómplice y a los hijos de este. Algunos esqueletos los vende. Asesina a más de 200 personas antes de ser detenido. Es juzgado y ahorcado a los 35 años de edad.





Henri Désiré Landrú “El Barba Azul de París”

1914-1918, París (Francia): Henri Désiré Landrú “El Barba Azul de París”, publica anuncios en los periódicos con fines matrimoniales. Contacta a varias mujeres, con quienes se relaciona amorosamente e inclusive llega a casarse con varias. Después las asesina y descuartiza, incinerando los restos en un horno que ha colocado en el sótano de su casa de campo, Villa Ermitage. Se apropia además de su dinero y pertenencias. Mata al hijo de una de ellas, cuyo cadáver también quema. Asesina a casi 300 mujeres. Simultáneamente, mantiene un matrimonio estable con su primera esposa y es un padre amoroso. Es descubierto y arrestado. Se le juzga y sentencia a muerte. Landrú es guillotinado en 1922, en la cárcel de Versalles.





Albert Fish “El Vampiro de Brooklyn”

1928, Nueva York (Estados Unidos): Albert Fish “El Vampiro de Brooklyn” secuestra a la niña Grace Budd, a quien tortura en su casa de campo y después asesina. Después se come su cadáver a lo largo de 9 días. Escribe cartas a la madre de la víctima narrando cómo la torturó, asesinó y devoró. Mata a otros 3 niños. Es detenido y juzgado; sentenciado a muerte, se le ejecuta en la silla eléctrica en 1936.





Marcel Petiot “El Doctor Satán”

1944, París (Francia): Marcel Petiot “El Doctor Satán”, un médico francés, aprovecha el caos producido por la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial para engañar a los judíos que desean huir a Argentina, atrayéndolos a su casa para secuestrarlos. Una vez allí, Petiot los tortura y asesina, robando sus pertenencias. Incinera los cadáveres en un horno crematorio y después los arroja a un pozo con cal. Detectado por la Gestapo, es detenido y torturado; luego lo liberan. Es detenido nuevamente, esta vez por la policía francesa, a quienes les asegura que los cadáveres que los agentes encuentran en su casa son de alemanes y colaboracionistas, muertos a manos de la Resistencia francesa. Otra vez lo dejan libre y huye en bicicleta. Lo detienen por tercera vez al comprobar que los cadáveres no son de alemanes. Mata a 63 personas, aunque solamente se le juzga por 24 crímenes. Es condenado a muerte y guillotinado en 1946.





David Parker Ray “El Amo del Juguetero”

1960-1999, Truth or Consequences, Nuevo México (Estados Unidos): David Parker Ray “El Amo del Juguetero”, compra una caravana en la cual se establece. Junto a ella, en un carro anexo de metal, construye “La Caja de Juguetes”, una cámara de torturas sexuales donde mantiene prisioneras a sus víctimas para martirizarlas a lo largo de semanas. También las viola, mutila y finalmente las asesina, filmando todo el proceso. Diseña varios artefactos especiales para causar más dolor. Su cómplice y amante, Cindy Lea Hendy, le consigue nuevas víctimas, hasta que una de ellas escapa y lo denuncia. Detenido y juzgado, es condenado a 224 años de prisión y muere en la cárcel de un infarto.





Albert DeSalvo “El Estrangulador de Boston”

1962-1964, Boston, Massachusetts (Estados Unidos): Albert DeSalvo “El Estrangulador de Boston” viola y estrangula a 13 mujeres en sus domicilios, haciéndose pasar por un técnico en reparaciones. Es detenido y juzgado por ataques sexuales, aunque no por los asesinatos. Es sentenciado a prisión perpetua.





Ed Kemper “El Cazador de Cabezas”

1964-1973, Santa Cruz, California (Estados Unidos): Ed Kemper “El Cazador de Cabezas” asesina a 10 personas. Comienza con sus abuelos, a los que mata cuando apenas tiene 15 años de edad. Tras ser dado de alta de una institución psiquiátrica, se dedica a capturar chicas autoestopistas, a las que viola, acuchilla, acribilla y decapita. Conserva las cabezas en su recámara y mantiene sexo con los cadáveres. Les amputa las manos para evitar que sean identificadas. Termina su carrera criminal asesinando y decapitando a su madre, tras lo cual viola su cadáver y utiliza la cabeza para tirar al blanco. Luego mata a una amiga de su progenitora. Kemper se entrega a la policía y confiesa los asesinatos; es recluido de por vida en prisión.





“El Asesino del Zodíaco”

1968-1969, California (Estados Unidos): “El Asesino del Zodíaco” ataca en varias ciudades, matando a jóvenes parejas en sitios descampados. También asesina a un taxista. 5 personas mueren y otras quedan heridas o incapacitadas. Aunque se emprende una cacería humana que dura varios años, nunca es identificado. Docenas de sospechosos son detenidos, pero a ninguno puede demostrársele responsabilidad en los crímenes. El asesino envía cartas y criptogramas a la policía y los medios de información, realiza llamadas telefónicas y manda pistas en sobres. Muchas personas son señaladas como sospechosos, pero el caso queda sin resolver.





Dean Corll “Candy Man”

1970-1973, Houston, Texas (Estados Unidos): Dean Corll “Candy Man”, dueño de una dulcería, atrae a niños y adolescentes con la promesa de regalarles dulces o dinero. Luego los encierra en un cuarto de torturas, donde les arranca trozos de carne, los viola y finalmente los mata. Uno de sus cómplices, Elmer Wayne Henley, le consigue víctimas a cambio de 200 dólares. Mata a 28 menores de edad y envuelve sus cadáveres en plástico, amarrándolos como si fueran caramelos gigantes, antes de enterrarlos en su cobertizo. Durante una borrachera, Corll muere a causa de un disparo de Henley.





Manuel Delgado Villegas “El Arropiero”

1971, Madrid (España): Manuel Delgado Villegas “El Arropiero”, asesina a 48 personas en España, Francia e Italia. La mayoría son mujeres, a quienes viola y estrangula. Tras su detención, es internado en un hospital psiquiátrico. Es liberado en 1998 y muere poco después.





Ted Bundy “El Asesino de Estudiantes”

1974-1977 (Estados Unidos): Ted Bundy “El Asesino de Estudiantes”, un prometedor estudiante de Derecho, asesina a 36 mujeres que cursan estudios en diferentes universidades, a quienes previamente golpea de manera frenética, para después violarlas e introducirles objetos en la vagina, como tubos de acero. Es arrestado y se fuga de prisión en dos ocasiones. Tras su tercera detención, es juzgado y se defiende a sí mismo. Se le declara culpable y es sentenciado a muerte. Bundy es electrocutado en 1989.





Dennis L. Rader “El Estrangulador BTK”

1974-1991, Wichita, Kansas (Estados Unidos): Dennis L. Rader “El Estrangulador BTK” (letras correspondientes a “Blind it, Torture it, Kill it”, “Atarlos, Torturarlos y Matarlos”), ata, tortura y mata a toda la familia Otero y a varios miembros de otras familias, en cuyas casas se introduce subrepticiamente. En sus días de asesino, Rader trabaja como policía y lleva una vida familiar ejemplar, con su esposa y una hija. Es además diacono de la iglesia luterana. La policía logra detenerlo gracias a un diskette que les envía. Es condenado a prisión perpetua por el asesinato de 10 personas.





David Berkowitz “El Hijo de Sam”

1976-1977, Nueva York (Estados Unidos): David Berkowitz “El Hijo de Sam” se dedica a dispararle a las parejas que encuentra en el interior de automóviles estacionados. Mata a 6 personas e incapacita a 7 más. Envía cartas a los periódicos y los medios dan amplia cobertura a sus crímenes, lo cual lo estimula para seguir matando. Es detenido a causa de una multa de tráfico. Tras ser interrogado, asegura que el perro de un vecino llamado Sam Carr le dio órdenes de matar, pues está poseído por un demonio; con el tiempo, confiesa que esta versión es un invento. Se cree que Berkowitz forma parte de un grupo de satanistas, pero nunca es comprobado. Es juzgado y sentenciado a 365 años de prisión. Años después, emprende una campaña para que los asesinos no puedan beneficiarse económicamente al vender sus historias o su imagen, lo que origina la denominada “Ley Berkowitz” o “Ley del Hijo de Sam”.





John Wayne Gacy “El Payaso Asesino”

1977 a 1978, Chicago, Illinois (Estados Unidos): John Wayne Gacy “El Payaso Asesino”, un obeso contratista exitoso cercano al mundo de la política, secuestra, viola y asesina a 33 adolescentes, cuyos cadáveres entierra bajo el sótano de su casa. En su tiempo libre, se disfraza como un personaje llamado “Pogo el Payaso” y anima fiestas infantiles. Cuando el hedor en su casa es insoportable, la policía investiga, presiona a Gacy y este se derrumba, confesando. Es juzgado y condenado a muerte en 1980. Pasa 14 años en prisión, pintando y concediendo entrevistas, antes de ser ejecutado en 1994. Su historia inspira la novela Eso de Stephen King y la película del mismo nombre.





Andrei Chikatilo “El Carnicero de Rostov”

1978-1990, Rostov (Unión Soviética): Andrei Chikatilo “El Carnicero de Rostov”, esposo modelo, catedrático y miembro del Partido Comunista, viola, tortura, mutila y asesina a 53 niños, a quienes acecha y captura en las estaciones de trenes. Les saca los ojos mientras aún viven y les destroza el vientre a cuchilladas. A otros les arranca los testículos a mordiscos. Devora parte de los cuerpos. Tras su arresto, se le coloca en una jaula para juzgarlo. Es sentenciado a muerte y ejecutado con un disparo en la nuca.





Dennis Nilsen “El Estrangulador de Muswell Hill”

1978 a 1983, Londres (Inglaterra): Dennis Nilsen “El Estrangulador de Muswell Hill” secuestra, asesina, viola, descuartiza y lanza por la cañería a 16 hombres, a quienes conoce en pubs frecuentados por homosexuales. La policía lo detiene y él confiesa todo enseguida. Es juzgado y condenado a prisión perpetua, convirtiéndose en uno de los asesinos en serie más famosos de Inglaterra.





Jeffrey Dahmer “El Carnicero de Milwaukee”

1978-1991, Milwaukee, Wisconsin (Estados Unidos): Jeffrey Dahmer “El Carnicero de Milwaukee” asesina a 17 hombres, tras abordarlos en bares e invitarlos a su casa para sostener relaciones sexuales con ellos. A varios les trepana el cráneo y les inyecta agua hirviendo en el cerebro, tratando de convertirlos en zombies. Conserva sus cadáveres varios días y los viola; luego devora partes de los cuerpos, antes de deshacerlos en barriles de ácido. También guarda esqueletos y trozos de los cuerpos, que empaqueta en su refrigerador. Es detenido y sentenciado a 937 años de prisión. Es asesinado en la cárcel a manos de otro prisionero.





Robert Hansen “El Cazador de Humanos”

1980-1983, Anchorage (Alaska): Robert Hansen “El Cazador de Humanos”, un inmigrante estadounidense, secuestra y viola a 21 mujeres, a quienes luego lleva al bosque cercano a su casa para obligarlas a escapar mientras él las persigue, dándoles caza. Una vez que las alcanza, les dispara con su escopeta y entierra los cadáveres. Es detenido cuando una de sus víctimas consigue llegar a una carretera cercana y pedir ayuda. Se le sentencia a 461 años de prisión.





John Joseph Joubert

1982, Maine, Nebraska (Estados Unidos): John Joseph Joubert mata a varios adolescentes golpeándolos, abusando sexualmente de ellos y abandonando sus cuerpos desnudos en lugares descampados. Es arrestado en la base militar donde labora. Condenado a muerte, es electrocutado en 1996.





Robert Berdella “El Carnicero de Kansas”

1984, Kansas (Estados Unidos): Robert Berdella “El Carnicero de Kansas” mata a 6 jóvenes. Los desmiembra vivos, los eviscera, les inyecta líquido destapacaños. Descuartiza los cuerpos y los arroja a la basura. Tras su detención, la policía encuentra su colección de instrumentos de tortura, cientos de fotografías de sus crímenes y varias cintas donde graba las sesiones de tormento. Es sentenciado a prisión perpetua y muere en la cárcel, a consecuencia de un infarto, en 1992.





Richard Ramírez “El Merodeador Nocturno”

1984-1985, Los Ángeles, California (Estados Unidos): Richard Ramírez “El Merodeador Nocturno” entra a las casas forzando puertas y ventanas, y viola a las mujeres, la mayoría de ellas ancianas, antes de matarlas. Asesina a 14 personas. Es arrestado tras una cacería humana y sentenciado a muerte. Contrae matrimonio en prisión.





Aileen Wuornos “La Mujer Araña”

1989-1990, Palm Harbor, Florida (Estados Unidos): Aileen Wuornos “La Mujer Araña”, una prostituta con tendencias lésbicas, asesina a sus clientes dándoles 6 balazos en el interior de sus automóviles o hincándolos a un lado de los vehículos, dejando además un preservativo en el asiento trasero de los vehículos como firma. Mata a 7 antes de ser detenida. Es sentenciada a muerte y se le ejecuta por medio de una inyección letal en 2002.





Keith Jesperson “El Asesino de la Carita Feliz”

1990-1995 (Estados Unidos): Keith Jesperson “El Asesino de la Carita Feliz” es un canadiense fanático de las motocicletas, quien conduce un tráiler con el cual recoge a prostitutas o jóvenes autoestopistas, a quienes después viola y estrangula, abandonando sus cadáveres en los bosques circundantes. Jesperson deja varias pistas de manera intencional, y además rubrica sus crímenes y las cartas que envía a la policía con una carita sonriente. Mata a 8 mujeres antes de ser detenido y condenado a 3 cadenas perpetuas; él se atribuye 166 muertes. Desde la cárcel, mantiene correspondencia utilizando papel y sobres con su membrete personal: un tráiler con la cabina roja, en cuyo contenedor hay dibujada una carita sonriente.





Ronald Janssen “El Monstruo de Lovaina”

1990-2010, Lovaina (Bélgica): Ronald Janssen “El Monstruo de Lovaina”, golpea, viola y asesina a 15 mujeres a lo largo de 20 años. Divorciado y con hijos, lleva una vida social normal, tiene un amplio círculo de amistades y se desempeña como un respetado catedrático. Es detenido cuando asesina a una pareja de novios, vecinos suyos. Durante la investigación subsecuente, se determina que es el autor de todos los crímenes sin resolver ocurridos en Bélgica durante dos décadas.





Luis Alfredo Garavito “La Bestia de Génova”

1992-1998 (Colombia): Luis Alfredo Garavito “La Bestia de Génova”, se dedica a secuestrar niños, a los que después viola y asesina. Mata a 172 menores de edad. Es capturado cuando intenta secuestrar a una niña. Tras ser juzgado, es sentenciado a 1,000 años de prisión, pero a causa de múltiples apelaciones esta sentencia queda reducida a 60 años.





Futoshi Matsunaga y Junko Ogata

1996-1998, Fukuoka (Japón): Futoshi Matsunaga y Junko Ogata, su esposa, torturan y asesinan a 7 personas, incluyendo a 2 niños. Son arrestados y sentenciados a muerte. Se les ahorca en 2005.





Huang Yong

2001-2003, Henan (China): Huang Yong, un joven que contacta a adolescentes en tiendas de juegos de video, invita a sus víctimas a su domicilio, donde las droga para abusar sexualmente de ellas y después estrangularlas. Mata a 17 personas. Tras su arresto, declara que desde niño quiso convertirse en un asesino en serie. Es sentenciado a muerte y fusilado en prisión.





William Holbert “Wild Bill”

2006-2007 (Panamá): William Holbert “Wild Bill”, un inmigrante estadounidense, mata a 7 personas, a quienes despoja de sus propiedades. Es ayudado por su amante, Laura Michelle Reese. Entierra los cuerpos en su hostal, a la orilla de un río. Tras ser descubierto, huye a Nicaragua, donde es arrestado y extraditado.