¿Qué significa renuevo? Cambiar una cosa
vieja por otra nueva, restaurar lo que se ha deteriorado, hacer que
algo vuelva a ser nuevo, que recupere el impulso, la energía.
Al adorar a otros dioses y perder la
presencia de Dios Israel se transformó en una sombra de lo que debía
ser. Vencido por sus enemigos, con reyes que perdieron la lucidez y el
brillo que alguna vez manifestara el trono de David, con una religión
vacía de contenido, legalista, hipócrita, que adoraba de palabras pero
su corazón estaba lejos de Dios.
Pero por medio de los profetas Dios prometió que vendría un cambio. “En
aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el
fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de
Israel” (Is. 4:2) Así como un árbol viejo que ha
sido podado, Dios declaró que levantaría un renuevo, un retoño, un brote
que salvaría a su pueblo.
¿Quién es ese Renuevo? Jesús, el Mesías. Llamado Jesús el nazareno, que en
hebreo significa “renuevo”. Zacarías 6:12 profetizó: “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová”.
hebreo significa “renuevo”. Zacarías 6:12 profetizó: “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová”.
Jesús es el renuevo de Dios que todos
los hombres necesitábamos. Al comienzo de su ministerio dijo que el
Espíritu lo había ungido para dar “buenas nuevas” a los hombres. Jesús renovó las leyes dadas a Moisés, “Un nuevo mandamiento os doy” declaró refiriéndose al amor a Dios y el amor al prójimo. También dijo que el que “no naciere de nuevo” no entraría en el reino de los Cielos.
¿Cómo nos apropiamos de este renuevo para nuestras vidas? Busca a Dios con la misma pasión cada día. “Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él” (Col. 3:10)
A través del Espíritu Santo Dios nos ha dado un nuevo corazón para
amarle, sensible, inclinado a buscarle, inquieto por conocerle más.
Cada día hay una gracia nueva disponible
para quien busca su presencia. La gracia de Dios, como un río de aguas
cristalinas corre entre nosotros para volver a dar vida a lo que ha
muerto, para purificarnos, para saciarnos, para refrescarnos. Como con
Israel, cada día hay maná del cielo, hay una respuesta, hay una palabra
que te orienta, hay un camino nuevo para quien tiene que caminar por
situaciones desconocidas.
No te aferres al pasado. Tenemos la
tendencia a recordar con melancolía días y experiencias que ya no
vuelven, pero aprendamos de Pablo a olvidar el pasado y a mirar hacia
adelante. No nos aferremos a nada que nos retenga a ese pasado. No
seamos enemigo de lo nuevo, porque todo avivamiento espiritual trajo lo
nuevo de Dios, nueva luz, nueva revelación, más gloria. A veces lo bueno
conocido es enemigo de lo mejor, y Dios siempre trae lo mejor.
Las religiones de este mundo miran para
atrás, se aferran a tradiciones y viejas historias, y adoran a hombres
que quedaron sepultados en el tiempo. Pero nosotros adoramos a un Cristo
vivo, a un Cristo actual, al Renuevo de Dios. Adoramos con un espíritu
nuevo, con una adoración nueva, con cánticos nuevos que vienen del trono
de Dios.
Renueva la mente. Romanos 12
nos habla de renovar el entendimiento y no conformarnos a este mundo.
Tenemos que permitir que la Palabra nos siga desafiando a crecer en el
conocimiento del Señor. No nos conformemos a lo que conocemos. Hay más
de Dios para nosotros.
Tenemos que dejar atrás viejas formas de
pensar y de ver a Dios, y para eso, nada mejor que volver a la Palabra.
A través de ella descubrimos un Dios cada vez más grande, más poderoso,
más creativo, que rompe con nuestras limitaciones y nuestros argumentos
humanos. Cuando nos volvemos a la Palabra de Dios, descubrimos que a
diferencia de otros libros históricos, la palabra inspirada por Dios
está más viva que nunca y se renueva cada día por el Espíritu que opera
detrás de la Palabra.
Fluye en la libertad del Espíritu Tenemos que recordar que Dios nos salvó por medio de la “renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente”
¡El Espíritu fue derramado
abundantemente para que podemos ser renovados constantemente! Si cada
día nos dejamos ser guiados por él, si valoramos su comunión, y si
fluimos derramando bendición sobre otros, así como una fuente de agua
viva, el Espíritu saciará nuestra sed y nos mantendrá siempre renovados.
El aceite del Espíritu se renueva cuando
volcamos de ese aceite en otros. Los dones se potencian cuando se ponen
en uso. El fuego es avivado cuando agregamos más leña. El agua se
mantiene pura mientras corre libremente. Cuando limitamos las vasijas,
cuando ponemos diques, cuando echamos agua al fuego, cuando queremos
manejar al Espíritu, entonces en vez de renovarnos nos endurecemos.
Mantente activo, sirviendo, amando, fluyendo, animándote usar todos tus
dones, siguiendo las decisiones del Espíritu.
Hoy la iglesia tiene que volver a Cristo
para encontrar el renuevo espiritual, y por medio del Espíritu renovar
la visión, las fuerzas, la pasión y la unción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario